SMTown: la escasez de chaquiras en la CDMX es culpa del K-pop
El Olimpo del K-pop descenderá a la Ciudad de México por primera vez este 9 de mayo en el Estadio GNP.
Una constelación de superestrellas de K-Pop reunidas por SM Entertainment, donde el talento, la perfección visual y el espectáculo alcanzan niveles casi divinos, se reunirán en una lluvia de estrellas de íconos que redefinen la música pop asiática con cada paso coreografiado. SM, una de las agencias más antiguas de K-Pop fundada por un idol ochentero, es más que un sello: es una galaxia en expansión.
El sueño de todo fan hecho realidad y la promesa de que el K-pop puede conquistar el universo. El espectáculo traerá desde pioneros como TVXQ!, quienes conquistaron a las primeras Cassiopeias con Mirotic, y Super Junior, quienes se han presentado en seis ocasiones en el país, hasta los grupos más nuevos como RIIZE a quienes pudimos ver en el Tecate Emblema el año pasado, o naevis, una artista virtual que utiliza inteligencia artificial.
El evento se anunció en diciembre del año pasado, y desde ese momento, catorce fandoms pusieron a prueba su creatividad con los freebies que regalarían en este evento, desabasteciendo la oferta de chaquiras en cualquier puesto de manualidades de la ciudad.
Un concierto de K-Pop es una experiencia como ninguna. Al llegar al recinto, además de la merch, las fans regalan e intercambian freebies, cosas gratis como pulseras, dulces, galletas hasta “INES”de sus idols con dirección del estadio GNP, estampas de santitos y photocards editadas con sus idols en el metro o patitos de la cabeza con sus lightsticks. El intercambio de freebies puede durar incluso más horas que el concierto mismo.
Una vez dentro, 80% de los asistentes tienen el lightstick oficial del grupo. Para quienes no están familiarizados, se trata de una vara de luz que se conecta a los controles de luz del recinto vía bluetooth. Generalmente se consigue en las tiendas físicas o en los “Go” que son grupos organizados por otras fans que importan su merch directamente de corea a través de una persona con dirección en el país asiático.
Hacerlo a través de un go es otra experiencia que comienza cuando un grupo de fans se organizan o cuando alguien te invita al suyo. Es un ejercicio de paciencia desde que se consigue la merch, llega a la dirección coreana, es enviada a México y al final al domicilio o en casos más divertidos se hace una reunión en un café en la Zona Rosa como el Dragon Boba en la calle de Varsovia o el Coffee Kkot de la calle de Liverpool.
Este proceso suele durar más de un mes y el costo de un lightstick oscila entre los $1,300 hasta los $2,000. Aproximadamente el valor de un boleto del concierto en los asientos más alejados del escenario. ¿Es caro? Como objeto de colección tal vez no, pero como una lámpara que se usa en el concierto de un grupo que llega cada 3 años al país o cuando se va la luz, puede serlo. Es cuestión de perspectiva.
Es muy importante también que la mayoría de los lightsticks utilizan pilas AAA. Pocos son recargables. Los fandoms del género tienen un miedo extra: que se les termine la pila a sus lightsticks durante el concierto ya que el recinto no deja ingresar repuestos.
Una vez que las luces se apagan, solo quedan las lightsticks y comienza un show que generalmente fue muy esperado, a veces por algunos meses como es el caso de aespa que estuvo en febrero en la ciudad y en algunos de más de 20 años, como TVXQ! que por primera vez estarán en la ciudad.
Ver un show de kpop siempre se siente como cumplir un sueño pues hace trece años que comenzaron los primeros shows no existía ningún tipo de publicidad, únicamente se anunciaban en Facebook y eran rastreados por fans que funcionaban casi como una sociedad secreta.
El SMTown se siente así ya que es la primera vez que se reunirán artistas tan icónicos en un solo lugar. Los nuevos fans que tienen un concierto del género cada mes, tal vez no tienen idea que eso es nuevo y algún día se vio imposible. No importa que no sepan ninguna canción, si este viernes están libres. Dense una vuelta en el GNP y descubran algo inolvidable.