Eventualmente, el eco de nuestras voces se sobrepone a nuestros pensamientos; un eco “que fluye en estado constante”. “Overgrown” crea una armonía audiovisual que agudiza el esplendor de una reflexión tan profunda como el mar. James Blake ha fortalecido el lanzamiento de su segundo álbum, Overgrown, con un video del mismo nombre. El material fue dirigido por el australiano Nabil Elderkin, quien carga un CV respaldado por Kayne West, Foals y Frank Ocean.
Los bosques han sido históricamente símbolo de misterio, desubicación, y siempre acompañaron los ritos de iniciación. Al principio se aprecia la opacidad de un bosque cuyos árboles impiden una vista clara del cielo despejado, seguido de un Blake que se levanta del reposo con un tono introspectivo y que decide abandonar el refugio de su morada, instante en que lo acechan los demonios de su pasado.
Internado en la frondosidad, estas criaturas lo amenazan, pero él sigue con al vista puesta en el mar. Es ahí cuando el eco de su canción suena de fondo a su verso, acompañado de las 14 sombras. Precisamente al detenerse para contemplar el mar (referente de la superación, la transformación y el renacimiento) es cuando sus 14 hostigadores se desvanecen.
Y el eco se desvanece ante la inminencia del océano para dejar lugar a un verso ininterrumpido.