[Reseña] Molotov @ Plaza Condesa

Para tener un buen concierto no se necesitan espectáculos extravagantes, voces educadas, caras bonitas o bailes exóticos. En el caso del rock puro y duro lo único que se necesita son huevos para que el público pueda olvidar sus problemas y sacar su lado bárbaro. Y Molotov los tiene muy bien puestos. Un escenario lleno de referencias rusas y socialistas es el encargado de ambientar un dialogo entre cuatro orates—que presentan su última producción: Desde Rusia con amor (Universal,2012)—y el proletariado.

Al grito de "Amateur" los oficinistas de día—rockeros de noche— se transforman en bestias ansiosas por liberar sus enojos. "Chinga tu madre" promueve la catarsis al llevar lo cotidiano al escenario y así se da comienzo a un recuento de 17 años de trayectoria, con clásicos como "Voto Latino", "‪Changüich a la chichona‬" o "Gimme The Power". Huidos, Tito, Miky y Randy nos demuestran que el vino es más rico cuando está un poco añejo. Al mismo tiempo "Santo niño de Atocha", "Crazy chola loca", y "Goner" emergen como los nuevos caballos de batalla de la banda.

El momento cumbre sucede con los primeros acordes de la versión punk de "Marciano". El escenario se convierte en un hoyo negro donde la energía fluye, y hace que el público sea magnetizado como si aventaran boletos para el partido de los Pumas y la banda se arremolinara entre brincos, jalones, codazos y empujones. "Dance and dense denso" y "Matate Tete" siguen con la misma tónica y la cerveza y el sudor vuelan por los aires. La gente se encuentra exhausta, les cuesta respirar y se miran impávidamente. La dosis de adrenalina ha sido muy fuerte, pero no lo suficiente. "Puto" enerva las venas y el respetado convierte a El Plaza en un coliseo donde retumba, la ira de un pueblo unido con un mismo fin: aniquilar los problemas y corear al unísono la palabra más implementada en sociedad.

Para terminar la velada Molotov enaltece joyas olvidadas y confiere nueva vida a canciones como "Molotov Cocktail Party", "Que pon-ponk" y "Rap soda y Bohemia". Y para retomar una tradición hace bailar a las molochas voluptuosamente por medio de "Rastaman dita". La atmósfera es de vagón del metro después del Vive Latino y como el calor estaba de a peso, algunas muchachas sin miedo a perder la clase consumaron el deseo intrínseco de todo aquel que existe a un concierto de rock lleno de testosterona, en efecto, chichis pa' la banda. La vida puede ser muy dura y los problemas constantes, pero sí uno consigue descargar su furia de manera constante todo vale madres.

 

 

[Video] Odisseo - "No"

The Smashing Pumpkins - Siamese Dream (1993)