Existen, se los juro, millonarios que toman su jet y se llevan a la novia a cenar a París. La verdad es que ir una noche a San José, California para asistir a un concierto de Radiohead me parece casi igual de excéntrico, y rebasa los límites de "un lujo". Lo cierto es que fui en nombre de Ibero 90.9 a ser testigo de lo que estaremos viendo en el Foro Sol este 17 y 18 de abril en la Ciudad de México. Debo confesarles que su nueva gira ha superado y puesto en ridículo todos mis prejuicios.
Un concierto de Radiohead es simplemente perfecto, desde la ejecución hasta los visuales. Todo es perfecto, y por alguna razón eso me molestaba. A mí me gustan los foros pequeños y las bandas que de vez en cuando se equivocan, desentonan y básicamente se nota que son seres vivos. Por alguna razón Radiohead, en sus presentaciones, indiscutiblemente excelsas, me parecían una banda distante e inalcanzable.
Esta vez me tocó verlos completamente sola y la verdad es que los vi fuera del contexto al que estaba acostumbrada: en el estadio de hockey HP Pavilion de los Sharks -que es menos imponente que el Foro Sol,- y con un público más cauteloso que el mexicano. Radiohead es una banda cuya música es tan compleja que esperarías que no pudiera ser reproducida en vivo y sin embargo lo hacen y de una manera muy orgánica: ¡definitivamente están vivos!
¿Qué les puedo decir? Lo que todo el mundo dice cuando sale de un concierto así: ¡Estuvo cabrón!
Pues sí, es Radiohead.
No es mi intención adelantarles lo que se escuchará en la Ciudad de México, ustedes mismos pueden espiar los setlists y darse cuenta de que revuelven, agregan y mejoran sus canciones en cada uno de los destinos de su gira. A mi me tocó una selección con mucho del King Of Limbs y con mucho de los más clavado, "Karma Police" seguido por "Reckoner" y "15 Steps" del In Rainbows, fue de lo menos denso. Si son más curiosos pueden versetlist.fm.
El escenario es muy básico y por ello genial. Además de un fondo doble, encima de la banda cuelga una colección de pantallas planas donde se transmiten tomas de lo que sucede en el escenario, desde ángulos inesperados, mezclados con gráficos bizarros, luces y flashazos. El escenario sería el mismo si no fuera porque estas pantallas suben y bajan y junto a los fondos despliguan imágenes completamente diferentes para cada canción.
Esto lo pueden leer o buscar en YouTube, la verdad es que ni en video pueden adelantarse a la experiencia que es ver a Radiohead sobre un escenario. Simplemente al escucharlos en vivo empiezas a tener ocurrencias extrañas. En mi caso sentí que estimulaban mi cerebro en direcciones diferentes y por alguna razón me sorprendió que mi cerebro es lo suficientemente elástico.
Para los fánaticos empedernidos, Radiohead no puede hacer las cosas mal. Probablemente algunas de las presentaciones de Radiohead tienen momentos desangelados, la repetición puede desgastar tanto a la banda como a ciertas canciones. Sin embargo los británicos siempre entregan un concierto completamente diferente, son una especie de masa que siempre se está moldeando, de ahí los giros en sus setlists. Y el giro en mi absurdo prejuicio...
Una banda que puede ofrecerte una experiencia siempre diferente no puede ser perfecta: la perfección es siempresiempre igual. Inalcanzable y distantes pueden parecer, pero es porque jamás subestiman a su público y sin piedad le exigen.
...Así que en comparación a una cenita en París o un viaje de una noche a California, ver a Radiohead resulta mucho más estimulante.