fichier saperlipopette!: m83

Si nos aventurásemos a buscar información sobre las siglas M83, encontraríamos que esta propuesta musical compuesta en sus orígenes por Anthony Gonzalez y Nicolas Fromageau toma su nombre de batalla de una lejana y sugerente galaxia, la M83.

Su travesía interestelar comienza en el 2001, cuando Anthony y Nicolas dan a conocer su primer álbum epónimo, apoyados por el pequeño sello parisino Gooom, ––casa independiente nacida hacia el final de los años 90 como refugio de un puñado de grupos franceses que navegan entre el post-rock, el ambient jazz, el electrónico y el hip-hop abstracto. Rápidamente el dúo llamará sobre sí la atención de una prensa perpleja ante el hecho de que al frente de este OVNI musical, a medio camino entre Sonic Youth y Tangerine Dream, estuviesen dos jovencitos que, apenas salidos de la adolescencia, hacían gala de una madurez rara para su edad.

Este primer álbum de M83, compuesto como un todo que de flanco a flanco forma una lenta ondulación, finalmente encuentra su apoteosis en el tema “I’m happy she said”, punto álgido de la producción, que hizo a muchos pensar en una cierta evocación de My Bloody Valentine.

Tras la salida de su primer disco, las presentaciones en vivo no se harían esperar: M83 participa en la Ruta del Rock y en el Acquaplanning, cerrando en junio del 2002 con una exitosa participación en el ya célebra festival Sonar de Barcelona.

Este mismo año, el dúo se recoge en su ciudad natal ––Antibes, en el sur entre Cannes y Niza–– para dedicar todo el verano a la escritura de su segundo álbum “Dead cities, red seas & lost ghosts”. Su segunda obra es un decurso abstracto, el recorrido de varias vías sin palabras. Para las cuerdas llaman al canadiense Montag, Cyann y Benoît Villeneuve traen consigo su experencia orquestral. Jean Philippe juega un papel fundamental como productor porque comprende perfectamente la propuesta musical de M83, y permite que la pequeña familia Gooom se reuna en torno suyo en proyectos de esta índole. Dead cities, red seas & lost ghosts sale a la venta en la primavera del 2003 y la crítica deja de hablar de influencias para reconocer un sonido de M83 ya consolidado.

No obstante su decidida iconoclasia, sus influencias siempre han sido numerosas: Mogwäi y Sonic Youth, la escena Krautrock, Neil Young, el hip hop e incluso Judas Priest figuran en su repertorio de referencias.

La fuerza de M83, enarbolada tras ese segundo disco por Anthony en solitario, reside, pues, en su flexibilidad musical. Tras la exploración ambient del 2006, Before the dawn heals us, placa que reclutó el talento de Antoine Gaillet en la producción y de Laurent Fetis en el arte, su álbum del 2008 Saturdays = Youth se despliega como un sentido homenaje a la música pop y electrónica de los 80’s, década predilecta de un Anthony cuya adolescencia se niega a desvanecerse.

Su éxito en vivo acompañando a Kings of Leon, Depeche Mode y The Killers pone a M83 en escenarios globales cuyo público se rinde ante un proyecto musical onírico y efervescente a un tiempo.

Después de guardarse todo un soundtrack bajo el brazo, Black Heaven, Anthony hace gala de la plenitud musical alcanzada en su esperado Hurry up, we’re dreaming, una apremiante invitación a paisajes dominados por un Morfeo entregado a la sucesión inefable de formas y texturas musicales.

He aquí un proyecto que ha sabido ver más allá del Mediterráneo para darle un nuevo color musical a su natal Antibes, ciudad fantasma al borde del mar.

M83 en Saperlipopette!

 

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