Entrevista por Claudia Jimenez
La primera vez que vi un cómic de Liniers encontré que un fragmento de mi personalidad se sintió comprendida y motivada, no hace falta ser argentino para conmoverse con el humor inocentemente perturbador de sus historietas. Tiene mucho de un cierto sarcasmo frente a la vida que se le da muy bien a los porteños, conserva y honra aquel humor de Quino, que estructuró personalidades de varias generaciones a través de Mafalda. Liniers no sólo dibuja estupendamente sino que tiene una envidiable facilidad por encontrar elementos esenciales de lo cotidiano y desnudarlos a través de una mirada que parece ingenua pero que resulta mordaz. Es sencillo, y la sencillez siempre está más cerca de la verdad.
Ricardo Siri, o Liniers, es como sus cómics, inteligente y afable. Aquí en Panamérika disfrutamos mucho sus tiras y sus personajes y aprovechando que vendrá a México junto con Kevin Johansen, los amigos de Ibero 90.9 nos dio chance de entrevistarlo. Aquí les presentamos la transcripción de la conversación que sostuvimos con Ricardo, en la que reímos tanto como reímos cuando leemos Macanudo. La entrevista la hizo Claudia Jiménez con la colaboración de Alejandra Espino, la transcripción es de Ulises Bobadilla de Ibero 90.9.
Panamérika: Primero me gustaría decirte que estamos muy contentos de que vengas a México, de verdad. Nos gusta mucho lo que haces y también estamos muy contentos de que te hayan editado aquí. Te están editando en Sexto Piso, ¿no?
Liniers: Sí. Vamos a empezar sacando los “Macanudos”.
P: ¿El vol.1 y el vol.2?
L: Empezamos por el vol.1, por el principio. La idea es que vayan saliendo.
P: Está muy bien porque hasta ahora que te están publicando ha sido un problema conseguir tus libros y tus historietas. Yo tengo el Macanudo 1.
L: La verdad es que me hace mucha ilusión ir para allá porque me llega mucho pedido de México por Twitter y esas cosas. Y sí, por una razón u otra, nunca aparecieron las editoriales para publicar los libros. Así que está buenísimo que se me apareciera Sexto Piso y que sea justo al mismo tiempo que la gira con Kevin.
P: Oye, cuéntanos un poco de la gira con Kevin [Johansen]. Kevin vino el año pasado y cuando tocó fuimos y los visuales eran tuyos. Eran muy padres porque parecieran una especie de animación para cada canción. Pero eran visuales que ya estaban hechos. Ahora ¿cómo va a ser contigo aquí en México, en el escenario junto con él, qué habrá de diferente?
L: El show que hacemos es: mientras Kevin va cantando, yo voy dibujando. Tengo una cámara arriba de una mesa con mis materiales, mis acrílicos y demás cosas. A medida que él va cantando la canción yo tengo que tratar de transformar su música en dibujo. A veces son dibujos más graciosos, a veces son más abstractos, depende un poco de las canciones. Pero nos divierte mucho la improvisación; que nunca son iguales los shows. Ahí hay cosas que dibujo en todos los shows, pero generalmente me divierte más cuando aparecen ideas ahí, en el momento, y siempre es lindo desconcertar a Kevin, tomarlo de sorpresa.
P: Entonces sí hay una interacción entre Kevin y tú cuando están en el escenario en estos shows.
L: Sí. Lo lindo es que éramos amigos antes de que se nos hubiese pasado por la cabeza hacer esto de trabajar juntos. Lo que subimos al escenario es la relación de amistad. Es una muy natural, muy orgánica. No es muy "perfeccional" en todo caso.
P: Claro, con mucha confianza.
L: Sí.
P: Creativamente hablando, ¿es un proceso más difícil ir dibujando en vivo que hacer una historieta como tal?
L: Es algo a lo que me fui acostumbrado de a poco. Al principio, obviamente, me daba un pánico terrible. Y yo al principio dibujaba con una computadora y estaba escondido con el sonidista y el coordinador. Pero con el tiempo, como empecé a trabajar con los acrílicos, Kevin dijo: "Bueno, me parece que deberías estar más cerca del escenario", y eventualmente me subí al escenario. Al principio, evidentemente, era un situación medio terrorífica. Pero una vez que le empiezas a encontrar el gusto y, al ver que la gente se divierte y estás rodeado del contexto que generan estos músicos maravillosos, empezó a ser más fácil. Me empezó a divertir, inclusive y ahora ya no me baja nadie.
P: A nivel artístico siempre se buscan diferentes ramas y diferentes espacios en dónde expandir ciertas preocupaciones creativas y tú te has ido enfocando en la música y tienes muchos espacios en donde has hecho muchas otras cosas que tocan otras disciplinas. ¿De dónde te ha nacido esta necesidad de diversificarte?
L: De todo lo que más o menos me genera curiosidad, tengo que ver: soy una persona muy curiosa y no me gusta quedarme con las dudas. Me pregunto, ¿cómo sería hacer una editorial?”. Entonces toca tratar de hacer la editorial. ¿Cómo sería subirme al escenario y probar? Tengo que tratar ¿Cómo sería hacer esto o lo otro? Me funciona así. Son cosas que voy haciendo para no aburrirme. Pero muchas veces me meto en cosas que ni siquiera sé si las voy a hacer bien o mal. Los recitales de Kevin podrían haber terminado en un fracaso. Sin embargo eso no me detiene. La falta de autocrítica es muy importante.
P: ¿Qué te han aportado estas experiencias de dibujar en vivo?
L: Me ha aportado cierta frescura. Lo lindo es tener que trabajar muy rápido porque cuando yo estoy en casa, estoy un rato largo pensando en las ideas, y manejo el tiempo como yo quiera. En cambio, Kevin canta una canción en tres minutos y yo en tres minutos tengo que resolverlo. Me pasa muchas veces, así como me divierte a veces traicionarlo y hacer reír a la gente mientras él está todo emocionado cantando, él también cada tanto me topa de sorpresa y se pone a cantar una canción que no tocó nunca, y que yo no sé ni de qué es. Tengo que resolver ahí en pocos segundos a dónde va el dibujo. Eso da frescura. A mí me divierte mucho, soy yo el primero que se sorprende cuando termino el dibujo. Digo: "¡Uy! Mira para dónde fuimos hoy, Ricardito".
P: Es como estar coqueteándole a alguien, conquistando a alguien, ¿no? Estás todo el tiempo retándote.
L: Sí, puede ser. El arte es un poco eso. Es, en un sentido, una especie de conquista.
P: ¿De dónde tomas tu inspiración? Tus ideas trascienden la experiencia de lo cotidiano, pero tienen cosas muy esenciales. ¿De dónde tomas la inspiración para hacer tus tiras?
L: Son siempre caminos diferentes. Justamente, de nuevo, para no aburrirme siempre evité el formato ya armado: principio, nudo y desenlace, o que sea siempre el mismo tipo de humor para los mismos personajes. Siempre trato de cambiar mucho para sorprenderme a mí. Tiene que haber sorpresa en el humor, si no uno no reaccionaría con una risa. No es que tenga una manera de trabajar. A veces el dibujo aparece primero, a veces es la idea, a veces es una cosita que se te ocurre y haces el chiste alrededor de esa cosita... La verdad es que no tengo una cosa que me inspire. Lo único que busco: que sea algo que me sorprenda de la idea.
P: ¿Tienes un cajón de ideas del que vas tirando?
L: ¡Ojalá! No, no. Generalmente trabajo al día, por lo que mi cajón está siempre vacío, con papel en blanco. Pero me divierte. Te digo, de nuevo, la situación extrema me inspira, el pánico me inspira.
P: Hablando de eso: el pánico y la sorpresa en el humor. El chiste tiene un grado de crueldad y hay una especie de gusto, de placer, que se genera al domesticar ese sufrimiento a través del chiste. Y viendo lo que tú haces, se siente eso de ser muy incisivo, muy burlón y retorcido ¿tú qué opinas?
L: Sí, pero más que crueldad es que a través de cualquier chiste hay una verdad, más que una crueldad, y a veces las verdades son crueles. Eso es lo que pasa. Pero para que el humor funcione, tiene que tener una verdad escondida. Es como lo opuesto de los políticos, los políticos hablan en serio y dicen una sarta de mentiras. Con el humorista tiene que haber una verdad debajo de lo que está diciendo. Se tiene que sostener con la verdad, sea la que sea: sobre ideología, sobre romance, sobre la vida, sobre lo que sea. Pero si te fijas en las cosas bien hechas dentro del humor, desde Chaplin para acá, de Moliere, hay esta especie de verdades ocultas. A veces, porque el mundo es muy cruel y muy disparejo respecto a cómo le toca vivir a la gente; esas verdades son crueles, y el humor funciona en esos casos como mecanismo de defensa, como una manera de protegernos todos nosotros de esa situación cruel.
P: Hablando de la verdad, ¿hay algo de filósofo en el historietista? Hoy estaba viendo tu Twitter y vi que decías: "estoy harto de que me pregunten si la historieta es arte".
L: Lo que pasa es que la gente tiende a agrandar la palabra "arte". La palabra arte no tiene un valor intrínseco, es una descripción de algo, es como decir "silla". Ahora, hay sillas que son mejores que otras y hay obras de arte que son mejores que otras. Caravaggio siempre va a ser mejor pintor que yo. No hay manera de que yo supere a Caravaggio. Sin embargo las dos son arte: una es arte mejor y la otra es arte peor, pero ambas son arte. Pero a la gente, por alguna razón, se le metió en la cabeza la idea de que si algo es arte es porque es bueno. Yo creo que es porque todas esas mujeres que se toman fotos desnudas y dicen que es arte quiere decir que la gente se va convenciendo de eso. Pero pueden sacar su foto del mueble y puede ser una porquería. Y sí, claro, seguirá siendo arte seguramente.
Igual, siempre que me preguntan si son filosóficas mis historietas… Yo le escapo un poco a la filosofía porque es la búsqueda de la verdad, y me gusta más la poesía, que es la búsqueda de la belleza. La verdad es muy difícil, la "verdad verdadera". Todos los filósofos la buscan, es gente mucho más inteligente que yo que quedan con unas especies de juegos dementes. En cambio la poesía me parece más abarcable, me parece que han llegado más poetas a la belleza que filósofos a la verdad.
P: Eso es cierto, sí.
L: Oye, me agarraste en un día inteligente.
P: ¿tienes autores de distintos ámbitos, no sólo historietistas, que te hayan influenciado?
L: Empecé a dibujar copiando a Crumb directamente. Cuando tenía diecisiete o dieciocho años y quise volver a dibujar historietas, era un fanático de Crumb. Le copiaba los pies grandes y los bichitos. En algún momento dije: "No, me parece que quiero ser historietista". Y me tuve que sacar de encima a Crumb a la fuerza porque no quería dibujar como otros, sino dibujar como yo. Obviamente que quedan gestos y quedan influencias de un montón de dibujantes. Además de Crumb, seguramente están Quino (Joaquín Salvador Lavado) y Picasso y qué se yo, Matt Groening. Cualquier tipo que a mí en un momento me conmueva o me guste, seguramente algo se me pega. Nos fusionamos los artistas.
P: ¿Tienes algún autor de literatura, de cine o de historietas que ocupe tu mesa de noche ahorita, que te guste o te tenga asombrado?
L: Justo ahora… ¿qué estoy leyendo? ¡Ah! Ahora, además de leer, estuve releyendo un libro que me gusta mucho que se llama Cuna de gato, de Kurt Vonnegut, un escritor americano, porque le estoy diseñando la tapa del libro y es uno de mis escritores favoritos. La editorial que lo va a editar me lo pidió de favor. Así que Vonnegut me gusta mucho. Pero leo de todo, leo a veces... De nuevo, me agarras un día inteligente y te leo a Bolaño o me agarras en un día "yo" y te leo a Stephen King. Igual, me parece que son dos grandes escritores. Lo que no me vas a agarrar leyendo es Twilight (“Crepúsculo”), Las cincuenta sombras de Grey o esas especies de bestsellers. Antes los bestsellers eran buenos y ahora son una vergüenza, son ilegibles. No sé qué les ha pasado.
P: Sí, es cierto. Creo que de esos bestsellers al único al que más o menos tuve un mínimo acercamiento fue a Harry Potter y creo que tiene algo interesante en la forma en que está escrito, pero todo lo demás, reciente...
L: Claro, Harry Potter justamente eran libros buenos, pero de ahí a Twilight... es una diferencia enorme. Pero bueno, qué se yo. La gente se acostumbra a leer eso.
P: A lo mejor es síntoma de que estamos viejos.
L: Sí, también por ahí. Seguramente había gente más grande que nosotros decía: "Harry Potter es una porquería".
P: Oye, ¿tienes planes acerca de lo que vas hacer con Macanudo en los próximos años, o Macanudo es una cosa que se hace a diario porque se hace?
L: No, "Macanudo" crece como yo. Yo tampoco tengo planes para mí, y menos sé para dónde irá Macanudo. Lo único que sé es que a mí, mientras me divierta dibujar Macanudo, y esas ideas me sigan gustando, yo lo seguiré dibujando. Ahora, el día que yo sienta que me aburrí...
Estoy muy malcriado porque me gusta mucho mi trabajo, entonces no lo podría hacer si no me gustara. Por ahora me divierte mucho, entonces lo sigo haciendo. Pero siempre me intriga la barrera del aniversario (los diez años), que acaba de cumplir Macanudo, porque Mafalda duró diez años y Calvin y Hobbes duró diez años. Hay varias historietas que me gustan mucho que se ve que ese era como el límite. Yo de dibujar llevo diez años y sigo existiendo.
P: Trascenderás esa barrera. Es como los rockeros que pasan los 27 años.
L: Sí. Snoopy duró 50 años, así que por ahí....
P: Ese sería los Rolling Stones.
L: Algo así.
P: ¿Qué resaltarías de estos diez años de Macanudo?
L: Lo que pasa es que cuando empecé Macanudo mi fantasía era mucho más chiquita. La situación ideal para mí era publicar algún libro, poder vivir más o menos de la historieta y ni siquiera imaginé que saliera de Argentina. Pensaba: "Ojalá que me vaya bien acá en Buenos Aires y poder conocer a Quino". Esa era la situación ideal, y con el tiempo apareció esto de que los libros se publican en varios países. Ahora se acaba de publicar Macanudo en la República Checa, cosa que no entraba en lo absoluto en mis fantasías, y menos todavía estar haciendo giras con un tipo de Alaska que le da por cantar, o hacer la portada a Calamaro. Esas cosas están tan por encima de lo que yo esperaba que la verdad es que... es pura felicidad.
P: Qué bien. Ya casi para terminar. Tienes Editorial Común, una editorial que tú hiciste. Cuéntanos sobre ella. ¿Cuál ha sido la recepción que han tenido estas publicaciones?
L: Me ha tocado viajar mucho y veo, desde ya hace varios años, que muchos autores argentinos publican sus libros-historietas en Europa o en Estados Unidos y no los publican en Buenos Aires, donde siempre se publicó mucho el humor gráfico por gente como Quino, [Héctor] Torino, Maitena [Burundarena], [Roberto el Negro] Fontanarrosa, Caloi (Carlos Loiseau), eso siempre estuvo muy bien cuidado. Pero lo que es la historieta, la novela gráfica, cosas más largas, por alguna razón, como que se dejaron de publicar. Y hay un boom muy grande del género a nivel europeo, en Estados Unidos porque el género maduró. Durante muchos años en la historieta sólo se podían hacer chistes, aventuras de superhéroes y hasta ahí te daban permiso. Después nadie podía hacer en los 60 o en los 50 una historieta sobre el holocausto, y en cambio, a partir de Maus (novela gráfica de Art Spiegelman) o del libro del Shoah me parece que el género entero maduró. Acá en Argentina llega muy poco de ese material y la gente sigue pensando que las historietas son para chicos o para leer en el recreo.
La idea con Angie [Erhart], mi mujer, cuando empezamos la editorial, era traer ese material para que estimule también a los dibujantes que hay acá, que están a ese nivel, y al mismo tiempo tratar de encontrar libros en América Latina de gente que está haciendo este tipo de trabajos y que siente que no lo va a poder publicar en ningún lado. Decimos: “Bueno que sientan que por lo menos hay un lugar al que aspirar”.
P: ¿Qué criterios tienes para elegir a quiénes publicar?
L: Que nos guste nada más. Nos juntamos, leemos un montón de novelas los dos y recibimos proyectos de gente que está haciendo algo por la mitad. Entonces es decirles; "esto sí, esto no, esto sí me interesa" o cosas así. Después, que nos guste nada más: si algo me parece que es para rescatar, que esté bien hecho. Siento que todos los libros son entre sí novelas gráficas, salvo Macanudo. Sin embargo todos son muy diferentes porque en los dibujantes, las historietas y también el estilo, la diferencia es más inmediata que cuando se lee una novela. Cuando uno lee una novela tiene que leer treinta páginas para darse cuenta. En la historieta es una hojeada, más o menos, y te das cuenta ya de un estilo estético y después viene todo el estilo narrativo. Entonces queremos que cada libro sea "muy de autor", que solamente esa persona pudo hacer ese libro.
P: Esta es una pregunta que tenemos varios: Cuando vengas, ¿vas a traer parafernalia, posters, o algo así? Hay mucha gente que estaría interesada.
L: La verdad es que ni idea de cómo lo vayamos a organizar porque como los chicos de Sexto Piso están publicando el libro tampoco quiero llevar muchas cosas. Pero llevaremos algunos para vender en los shows o a ver qué inventamos.
P: Buenísimo, estaría excelente. Vale, pues te mando un saludo y te mando un abrazo con cariño de parte de Panamérika y de Ibero 90.9 FM. Nos gusta mucho lo que haces.
L: Muero de ganas por ir a México. No veo el momento. Fui cuando tenía 18 años, hace mil años, y siempre me quedé con ganas de volver.
P: Te la vas a pasar muy bien, tómate unos mezcales.
L: Estoy seguro.
P: Muchísimas gracias por la entrevista.
L: Bueno, te mando un beso.
P: Igualmente. Ciao, ciao.
L: Ciao.